El Nueve de Bastos invertido representa la negativa a comprometerse o ceder, la terquedad y la falta de perseverancia. En el contexto de las relaciones, esta carta sugiere que en el pasado, es posible que no haya estado dispuesto a hacer concesiones o encontrarse con su pareja a mitad de camino. Tu terquedad y rigidez pueden haber causado conflictos y obstaculizado el crecimiento de la relación.
En el pasado, es posible que te hayas aferrado a heridas o rencores pasados, negándote a soltar y perdonar. Esta falta de voluntad para liberarse del pasado puede haber creado una barrera entre usted y su pareja, impidiendo que la relación avance. Es importante reconocer el impacto de tu obstinación y considerar la posibilidad de perdón y sanación.
El Nueve de Bastos invertido indica una tendencia a retraerse emocionalmente en el pasado. Es posible que haya construido muros a su alrededor, lo que dificulta que su pareja se conecte con usted en un nivel más profundo. Este retiro emocional podría haber llevado a una falta de intimidad y comprensión en la relación, causando tensión y distanciamiento entre usted y su pareja.
En el pasado, es posible que le haya faltado la persistencia y la perseverancia necesarias para superar los desafíos en su relación. En lugar de enfrentar las dificultades de frente, es posible que se haya dado por vencido con demasiada facilidad o que haya evitado enfrentar los problemas por completo. Esta falta de coraje y persistencia pudo haber impedido que la relación creciera y resolviera los conflictos.
El Nueve de Bastos invertido sugiere que en el pasado, usted y su pareja pueden haber llegado a un punto muerto en la comunicación. Es posible que ninguno de los dos haya estado dispuesto a comprometerse o encontrar puntos en común, lo que provocó una ruptura en la comunicación efectiva. Este estancamiento podría haber dificultado la resolución de conflictos e impedido que la relación progresara.
En el pasado, es posible que haya estado demasiado cauteloso y a la defensiva en su relación. Tu miedo a ser lastimado o vulnerable puede haberte llevado a levantar muros y mantener a tu pareja a distancia. Esta postura defensiva puede haber impedido el desarrollo de la confianza y la franqueza, lo que dificulta que la relación prospere.