La Emperatriz, en su estado invertido, habla de una época de desequilibrio e inseguridad, particularmente en relación con los aspectos femeninos de uno mismo y las propias relaciones. Esta carta, cuando aparece en la posición pasada, indica un período en el que se pueden haber descuidado las necesidades emocionales y espirituales, lo que lleva a sentimientos de falta de atractivo y falta de armonía.
En el pasado, posiblemente enfrentó una fase en la que permitió que las demandas de los demás eclipsaran sus propias necesidades, lo que llevó a la negligencia de su bienestar emocional. Este desequilibrio podría haber causado tensión en sus relaciones y haberlo dejado abrumado.
Es posible que haya habido un momento en que la inseguridad se apoderó de ti y te hizo sentir indeseable o poco atractivo. Esta falta de seguridad en sí mismo podría haber tenido un impacto negativo en sus relaciones, ya que sus dudas pueden haber eclipsado las conexiones genuinas que tenía.
Tal vez hubo un período en su pasado en el que exhibió tendencias autoritarias. Esto podría haber creado una sensación de desarmonía en sus relaciones, ya que su necesidad de control podría haber sofocado el crecimiento y desarrollo de quienes lo rodean.
Para algunos, la Emperatriz invertida puede simbolizar un momento en el que experimenten el síndrome del nido vacío. Este período de ajuste, luego de la partida de los hijos adultos, podría haber causado una sensación de pérdida y soledad, afectando la dinámica de su relación.
Finalmente, esta carta podría indicar luchas pasadas con problemas de la madre. Ya sea una relación desafiante con su propia madre o dificultades en su papel como madre, estas experiencias pueden haber impactado sus relaciones de manera significativa.